14.3.06

Frank Miller

Frank Miller salto a las fama entre el gran público por ser el director/creador de Sin City (2005) una película que no deja, sin duda, a nadie indiferente.



Yo tardé un poco en ver la película ya que me esperé a visionarla desde la comodidad del sofá de mi casa. Conocía la serie de Sin City desde mi adolescencia debido a mi afición por los comics pero siempre la había considerado como una colección para “mayores”. La película me encanto y me “removió” la curiosidad por el autor estadounidense.

Miller en el mundillo de los comics es muy famoso por series como: Elektra Assassin (1986), 300 (1998) y Batman: The Dark Knight Returns (1986). Esta última serie cayó en mis manos cuando un compañero de colegio, calculo que sobre el año 1991 D.C., me dejó los tomos que recogían la serie en la edición española. Guardo un especial cariño por esa novela gráfica. Recuerdo que su crudo argumento me impacto bastante ya que se salía de los arquetipos tradicionales del mundo de los superhéroes de la época, véase: malos/buenos, guapos/feos, blanco y negro.



La búsqueda de información sobre Frank Miller en la red volvió a despertar recuerdos dormidos sobre estos tebeos y aprovechando la visita navideña a Glasgow decidí comprarme Batman: The Dark Knight Strikes Again (2001) que es la secuela de Batman: The Dark Knight Returns (1986). La edición tiene una preciosa encuadernación de tapa dura y papel satinado que contiene una historia apasionante en la línea de crudeza que caracteriza a Miller.



Tardé un par de días en terminarlo intentando saborear al máximo cada una de las casi 260 páginas. Después de leerlo estaba claro que la cosa no se iba a quedar ahí y que se imponía la “necesidad” de adquirir el primer tomo de las andanzas del caballero oscuro.

Estuve a punto de pedirlo vía Amazon.co.uk pero por casualidades de la vida me enteré que habían abierto un nuevo Forbidden Planet en el centro de Bristol. Al final de una sosegada espera la semana pasada terminó en mis manos una redición de aquel tomo que me prestaron allá por el 91.


Supongo que para apreciar este tebeo los niveles de frikismo han de ser extremos por eso no es de extrañar que la alegría que me embargó al leerlo aún corre por mis venas. Una obra de arte, eso es lo que son estos comics. Altamente recomendables y que conste que a un servidor el murciélago ni le va ni le viene pero es que en estas novelas gráficas Miller esta sublime.

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