El club elige a jugadores de rugby que se han destacado en sus clubes de origen por su calidad fuera y dentro del campo. Tradicionalmente, antes de que el profesionalismo llegara al mundo del rugby, los Barbarians muchas veces superaban a los equipos nacionales ya que la manera de funcionar de estos últimos era similar a la de los Baa-baas. Los equipos se juntaban sólo unos días antes del partido para practicar jugadas y la calidad de los conjuntos descansaba principalmente en las individualidades más que en el trabajo de grupo.
Aunque esos días ya han quedado muy atrás, sigue siendo todo un espectáculo ver a los Baa-baas en acción. Su característica zamarra blanquinegra es un vestigio de los inicios del mundo del rugby. El partido fue muy espectacular y bastante abierto. El juego de los tres cuartos preponderó durante todo el encuentro aprovechando los frecuentes huecos que se creaban en las defensas. Tuvimos la suerte de ver entre las filas de los Baa-baas al legendario apertura australiano Stephen Larkham.
Aquí podéis ver algunas fotos del partido, la verdad es que la distancia, la luz y las pintas no han logrado sacar al mejor fotógrafo que hay en mí.
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