Este fin de semana pasado hicimos una visita a Fraser & Paula en Birmingham. Desde el sábado por la mañana hasta el domingo por la tarde estuvimos merodeando por las tiendas, parques, canales y plazas de la segunda ciudad del Reino Unido.
Birmingham es muy distinta a Bristol por muchos motivos, quizás el más obvio es su diversidad cultural. Cerca del 30% de la población no es de raza blanca (según Wikipedia) y eso se traduce en una riquísima variedad de vestimentas, idiomas, músicas y restaurantes por las calles de Brum. Brum es el nombre coloquial para Birmingham y sus habitantes son llamados Brumies.
Birmingham fue uno de los focos más activos de la revolución industrial durante el siglo XIX. Este crecimiento impulsado por la industria tuvo como consecuencia el descuido de la estética de la ciudad. Varios planes urbanísticos, desarrollados en los últimos años, han tratado de borrar esa mala imagen.
Probablemente el máximo exponente de esa renovación es la zona del Bullring, un espectacular centro comercial repleto de las más famosas marcas y cadenas comerciales. Una de las tiendas más espectaculares es sin duda el edificio de Selfrigges & Co. El edificio tiene un recubrimiento que recuerda a la piel de una serpiente como podéis ver el la imagen que adjunto. Por dentro predominan los espacios abiertos y las formas curvilíneas con una casi total ausencia de pilares.
De todas las plantas del edificio donde más tiempo pasé fue en la de comestibles. Infinidad de productos de todas las partes del mundo repartidos con gusto exquisito. Todos ellos con un denominador común, precios prohibitivos. Creo que este hecho hizo más amena la visita ya que en ningún momento se planteaba la duda del comprar o no comprar, simplemente con mirar y flipar era suficiente entretenimiento.
De entre todas las exquisiteces las que más me llamaron la atención fue las provenientes de la sección de productos de Edible. Vodka con escorpión incluido, miel con abeja gigante, gusanos a modo de patatas fritas, huevos de hormiga, hojas de te recogidas por monos entrenados al uso y demás productos de origen y uso estrafalarios se encuentran a disposición del exclusivo comprador.
Una última curiosidad sobre Brum, uno de los orgullos de la ciudad es el de poseer más canales que la famosa Venecia. Una tupida red de canales utilizados principalmente como vía de abastecimiento durante la revolución industrial recorre la ciudad. Hoy en día son recorridos principalmente por embarcaciones del tipo que veis en la imagen haciendo sonar sus sirenas para indicar a los operarios de las esclusas sus intenciones.
25.7.05
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